La persona tiene una individualidad innata, ni tan siquiera dentro de la pareja, ni de la familia, ni del hogar, ni en sociedad, se puede ignorar esta individualidad sin padecer algún perjuicio. La persona está perfectamente dotada desde que nace para compartir, en infinidad de formas diferentes, de manera ilimitada e inagotable en todas las capacidades que posee, propias de un ser inteligente.
Las personas, en periodos de nuestra vida suplantamos esta capacidad natural, por una sola porción o parte de ella misma, haciendo a esta, durante muchos espacios de nuestra existencia, centro único de nuestro ser; bien cuando somos hijos o padres, o abuelos, o amigo, o compañero, o cualquier otro "rol" diferente...
Me complace oir...leer... y pronunciar... la palabra PERSONA, porque no hace distinción alguna entre hombre o mujer, ni color, ni raza. Y con lo cual no excluye a ningún ser humano.
Las personas, en periodos de nuestra vida suplantamos esta capacidad natural, por una sola porción o parte de ella misma, haciendo a esta, durante muchos espacios de nuestra existencia, centro único de nuestro ser; bien cuando somos hijos o padres, o abuelos, o amigo, o compañero, o cualquier otro "rol" diferente...
Me complace oir...leer... y pronunciar... la palabra PERSONA, porque no hace distinción alguna entre hombre o mujer, ni color, ni raza. Y con lo cual no excluye a ningún ser humano.
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